Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena
Fortaleciendo la educación panameña
Reseña histórica de la Escuela Normal
La ciudad se había vestido con sus mejores y relucientes galas, pero sobre todo con un contagioso entusiasmo percibido en todos los sectores que se veían engalanados, al máximo. La ciudad se había convertido en un hervidero de más de 12,000 personas, con una inmensa cantidad de automóviles circulando por todas partes. La naturaleza, que parecía haberse contagiado de tanta dicha, se presentó muy pródiga, pese a las pequeñas lloviznas, el tiempo estaba levemente nublado y con una brisa muy agradable.
El primer mandatario, en su discurso inaugural, manifestó : «Este plantel a la vez que constituye testimonio de mi gratitud a la provincia de Veraguas, es brújula que marca uno de los derroteros que con más empeño he procurado imprimir a mi gobierno: la vuelta al interior de la República y su incorporación a la vida moderna y al progreso. La obra trascendental que hoy iniciamos, señores, es la que pudiéramos llamar la liberación del interior». Dirigiéndose a los alumnos les manifestó: «os toca el privilegio de ser los primeros iniciados en este templo del saber y a la cultura. Sobre vosotros pues, recae la responsabilidad de prestigiarlo y darle brillo y hacer que cumpla los elevados fines para los que ha sido creado. En el interior está la redención del país; toca a vosotros realizarla». (Revista de Escuela Normal J.D.A., 2007). Esta brillante pieza oratoria del presidente Juan Demóstenes Arosemena, fue recibida por nutridos aplausos y ¡vivas! de más de doce mil personas que se regocijaban por la terminación de una de las obras más trascendentales de su gobierno.
La historia se ha encargado de demostrar, con su fallo inexorable, cuán acertada resultó la iniciativa del presidente. Un verdadero faro de luz y esperanza en la educación nacional, tal cual revela uno de los informes periodístico de la época: «la inauguración de la Escuela Normal de Santiago de Veraguas, quedará como uno de los fastos más significativos de la vida republicana de Panamá. Es la dignificación del interior de la República. Y ha sido un presidente nacido en la capital el que la ha iniciado. No es posible olvidarlo».
A partir de su creación, la Escuela Normal de Santiago se constituye en el primer centro de formación docente a nivel superior, respondiendo así a la urgente demanda social de la población. Actualmente, es la única formadora de formadores a nivel nacional.
Por Ley 1 del 12 de septiembre de 1940, se declara en lo sucesivo y en memoria de su gestor a la Escuela Normal de Santiago, con el nombre de: «Juan Demóstenes Arosemena».